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Biografía de Ingrid Bergman considerada como una de las cinco estrellas más importantes en la historia del cine.
Interés de la biografía de Ingrid Bergman
Fue la primera ganadora del Premio Tony como mejor actriz. Más que ninguna otra, recibió 3 premios Óscar (7 nominaciones para el Premio) y 5 Globos de Oro.
Durante sus actuaciones, trabajó en cinco idiomas: sueco, alemán, inglés, italiano y francés. Trabajó en cine, teatro y televisión.
Principales méritos de Ingrid Bergman
Ingrid Bergman llevó su encanto a Suecia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Italia, Francia, España e Israel.
La lista de películas protagonizadas por Ingrid Bergman, es sencillamente interminable, desde que empezó a los 16 años en su Suecia natal, hasta que falleció a los 67 años, en 1982.
Fueron casi 50 años de actuaciones estelares que llenaron de admiración a todos cuantos gozaron de su belleza y talento.
Sin ninguna duda, fue una de las caras más dulces, bellas y encantadoras que el dorado Hollywood de los cuarenta tuvo el honor de mostrar al mundo.
Infancia y vida familiar de Ingrid Bergman
Ingrid Bergman nació en Estocolmo (Suecia) el 29 de agosto de 1915.
Su padre, Samuel Bergman, era un pequeño empresario sueco dedicado a la fotografía; y un apasionado del arte y del cine.
Su madre, Friedel Adler, había nacido en Hamburgo (Alemania).
Cuando Ingrid todavía era una criatura de 3 años, murió su madre, Friedel.
Al quedar sola con su padre, desarrolló con él una relación afectiva muy intensa.
Diez años más tarde, también falleció su padre. Ingrid fue acogida en casa de una de las hermanas de él.
Desgraciadamente, esta tía también falleció a los pocos meses. Otro tío paterno, Otto Bergman, la recibió en casa.
Allí se encontró con el cariño de su tía Hulda y de toda la familia, algo que Ingrid necesitaba desesperadamente en esos momentos.
En 1932, se graduó en el Instituto, con muy buenas calificaciones. Para entonces, todavía era tímida y se sentía solitaria.
Primeros pasos de Ingrid Bergman como actriz
Recordando la afición de su padre, había decidido ser actriz.
Ya había dado los primeros pasos en el cine como extra, pero su verdadera meta era dedicarse de lleno al teatro.
Su primera oportunidad para actuar se la dio Greta Danielsson, una antigua amiga de su padre. Greta Danielsson le ofreció un papel como extra, en una obra de teatro.
En 1933, cuando Ingrid le dijo a su tío Otto que quería ser actriz, éste se opuso, pues en aquella época estaba mal visto que una chica de buena familia fuera actriz.
Ingrid insistió en su deseo de presentarse para una audición en la “Royal Dramatic Theatre”; les prometió a sus tíos que, si no era aceptada, ya no lo volvería a intentar nuevamente.
Fue elegida de inmediato de entre cientos de aspirantes. Cada aspirante debía representar tres piezas.
Cuando le tocó el turno a Ingrid, después de su primera actuación, sin esperar a que hiciera las otras dos, los jueces le dijeron que podía retirarse; y, sin más, llamaron a la siguiente.
Creyendo que lo había hecho tan mal que ni siquiera querían darle otra oportunidad, se fue corriendo a casa, con los ojos llenos de lágrimas.
Menos mal que uno de sus amigos fue de inmediato a decirle que había sido aceptada. Salió volando y corrió todo el rato hasta recoger su papeleta de aceptación.
Años después, conoció a uno de los miembros de ese jurado y le preguntó por qué habían interrumpido tan pronto su lectura.
Él le dijo: “Nos encantó tu seguridad y tu impertinencia. Hablamos entre nosotros y no vimos ninguna necesidad de perder el tiempo. Supimos que eras fabulosa y que tenías un talento innato. Tu futuro como actriz estaba asegurado”.
Ingrid Bergman vio realizado el sueño de ser actriz
Sus tíos Otto y Hulda respetaron su decisión de ser actriz y la apoyaron para que ingresara en el “Royal Dramatic Theatre” de Estocolmo.
Esto sucedió diez años después de que la divina Greta Garbo hubiera estudiado como becaria en la misma prestigiosa academia.
Ingrid Bergman se convirtió en una persona dichosa, abierta y distendida. Porque ser actriz era exactamente lo que deseaba.
Su primera película fue «Munkbrogreven» («El Conde de la Ciudad Vieja«) de Edvin Adolphson, en el año 1935.
Era una comedia romántica ambientada en las estrechas calles del casco antiguo de Estocolmo.
Ingrid no tenía todavía esa belleza que después asombró al mundo, pero en su rostro ya empezaban a dibujarse algunos rasgos muy hermosos.
En 1936, protagonizó la primera versión de “Intermezzo”, de Gustav Molander.
Se trata de un melodrama romántico que fue un acontecimiento en su época y un gran triunfo para el emergente cine sueco, para su director y, sobre todo para Ingrid Bergman, a la cual le llovieron ofertas desde Hollywood.
Ingrid Bergmann se casó con un dentista
En 1937, se casó con el dentista Petter Lindström, con el que tuvo a su hija Pía.
Para que Ingrid pudiera seguir su fulgurante carrera artística, Peter se quedaba en casa a cargo de Pía.
Más tarde, en Estados Unidos, Petter Lindsdtröm se convirtió en un brillante cirujano del cerebro.
Petter la animó para que aceptara trabajar en una película en Alemania, e incluso la acompañó.
Ahí Ingrid conoció al Ministro Goebbels, el cual intentó convencerla inútilmente para que colaborara con el III Reich, dado que era medio alemana y que sabía bien el idioma.
Goebbels le ofreció un contrato para participar en tres películas. Ingrid solamente rodó una, pues no le gustó lo que veía del nazismo y regresó a Suecia.
La Metro Goldwin Meyer decidió contratarla
El emprendedor productor norteamericano David O. Selznick (productor de la mítica película “Lo que el viento se llevó”) después de ver la película “Intermezzo”, envió a Estocolmo un emisario de la Metro Goldwyn Mayer.
Este emisario debía comprar los derechos de la historia de «Intermezzo». También llevaba consigo un largo contrato para Miss Bergman.
Ingrid Bergman aceptó el contrato y llegó a Estados Unidos en mayo de 1939, para realizar la versión de Intermezzo, en inglés.
Ingrid ya era una estrella en Suecia y exigió al productor Selznick que no se cambiara ni su nombre ni su imagen.
Estos cambios eran obligados para las actrices europeas que llegaban a Hollywood.
El enorme triunfo de “Intermezzo” en Estados Unidos, con el actor inglés Leslie Howard, convirtió a “la Bergman” en uno de los ídolos de toda una generación de jóvenes románticas.
Su experiencia en teatro le permitió obtener una considerable independencia y éxito en el mundo del espectáculo.
En Estados Unidos, su fama estaba a una altura similar a la de Greta Garbo (sueca) y de Marlene Dietrich (alemana).
Harta de personajes buenos, en 1941 Ingrid Bergman insistió en interpretar a la prostituta Ivy Patterson, en vez del papel que le habían asignado en «El extraño caso del Dr. Jekyll «, de Victor Fleming.
Este personaje, Ivy Patterson era una mujer coqueta y fácil. En la película, Ivy era martirizada y aterrorizada por el magnífico Mr. Hyde de Spencer Tracy.
En 1942, protagonizó junto a Humphrey Bogart una de las películas que hicieron historia en el cine: “Casablanca”, estrenada en 1943.
El director de fotografía Arthur Edeson consiguió en esta película los primeros planos más bellos de la historia del cine: aquellos en los que Ilsa Lund (Ingrid Bergman) le pide al baterista Sam, que vuelva a tocar el “As Time Goes By”.
En 1943, desempeñó una brillante labor en la película “Por quién doblan las campanas”, que protagonizó junto a Gary Cooper.
La película está ambientada en la Guerra Civil Española, y basada en la novela de Ernest Hemingway.
Esta película tuvo nueve nominaciones a los premios Oscar, aunque no ganó ninguno, en esta ocasión.
No obstante, al año siguiente, en 1944, Ingrid Bergman obtuvo el Óscar a la mejor actriz, por su papel en “Luz que agoniza”, película del director George Cukor.
La pareja de Ingrid Bergman fue el actor Charles Boyer.
Hizo una inolvidable interpretación de la dulce esposa que casi se vuelve loca, por causa de su ambicioso marido que trata de hacerle creer que sufre delirios.
Esto de los premios Oscar ya se estaba convirtiendo en obligada costumbre, para Ingrid Bergman, debido a sus magníficas interpretaciones.
En 1945, recibió su tercera candidatura consecutiva a los Óscar.
Esta vez por la película “Las campanas de Santa María”, un drama navideño protagonizado por una monja guapísima (Ingrid Bergman) y un más que simpático sacerdote (Bing Crosby).
En ese mismo año, se convirtió en una de las famosas rubias de Alfred Hitchcock, con tres filmes: “Recuerda” (1945), con Gregory Peck; “Encadenados” (1946), con el inigualable Cary Grant; y “Atormentada” (1949), con Joseph Cotton.
La cuarta candidatura a los Óscar se retrasó hasta el año 1948, en la categoría de mejor actriz, por su papel en “Juana de Arco”, dirigida por Víctor Fleming.
Ingrid Bergman se enamoró de Roberto Rossellini
El año 1949 fue terrible para Ingrid Bergman, aunque más todavía para su marido Petter Lindström, que la adoraba.
Todo comenzó cuando Ingrid, que era una gran admiradora del realismo italiano, recibió una propuesta del ya famoso director Roberto Rossellini, para participar en una película en Italia.
Rossellini estaba decidido a contratarla y viajó a Estados Unidos para convencer a Petter y a Ingrid.
Rossellini llegó a un acuerdo con ellos dos; y la actriz se trasladó a Italia con la idea de regresar en unos meses.
Ingrid Bergman empezó a rodar a las órdenes de Rossellini la película “Stromboli, tierra de Dios”.
Y se produjo el gran terremoto: durante el rodaje surgió el loco amor con el director italiano.
Ingrid Bergman quedó embarazada; y, el 2 de febrero de 1950, nació su hijo Roberto Rossellini.
El escándalo en Estados Unidos fue mayúsculo y ambos artistas quedaron marcados por el desprecio del público.
Se le pidió oficialmente a Ingrid Bergman que desmintiera los rumores de que estaba a punto de divorciarse y de abandonar a su primera hija, Pía, para casarse con Rossellini.
Recibió duras críticas por parte de la iglesia luterana de Suecia, de sacerdotes católicos suecos; y, sobre todo, de las distintas iglesias de Estados Unidos.
Le llegaron miles de cartas horribles en las que le pronosticaban toda clase de males y desgracias.
Algunos se acordaron de su película Juana de Arco, y le decían que ella era quien debía ser quemada en una hoguera, no como heroína, sino como una bruja.
El escándalo fue de tal magnitud, que la actriz fue declarada persona non grata en territorio estadounidense.
Ingrid Bergmann se casó con Rossellini
Petter Lindström y ella decidieron separarse.
Después del nacimiento de su hijo Roberto, Ingrid Bergman se casó con Rossellini el 24 de mayo de 1950.
En 1952, tuvo dos hijas gemelas con el director italiano: Isabella e Isotta Rossellini Bergman.
Durante su estancia en Italia, Ingrid Bergman trabajó en cinco películas más, dirigidas por su marido.
Estas películas representaron, en ese momento, fracasos de público y de crítica. También llevaron al matrimonio a una crisis artística y financiera.
En todo este tiempo, Rossellini no dejaba que Ingrid trabajara con otro director.
Sin embargo, en 1956 se vio obligado a hacer una excepción y le permitió trabajar bajo las órdenes del director francés Jean Renoir, en la película “Elena y los hombres”.
En esta película, Ingrid Bergman compartió elenco con Jean Marais, Juliette Greco y Mel Ferrer.
Fue el comienzo de una nueva etapa de clamorosos éxitos para Ingrid.
También en 1956, la Twentieth Century Fox le ofreció ser la protagonista en la película “Anastasia”, compartiendo con Yul Brinner, y rodando en Inglaterra.
Con “Anastasia”,Ingrid Bergman ganó su segundo Óscar como mejor actriz.
Su amigo Cary Grant se ofreció para recoger el premio en su nombre, ya que ella no era bienvenida en Estados Unidos.
En 1958, formó pareja nuevamente con Cary Grant en una divertida y sofisticada comedia, “Indiscreta” (1958), de Stanley Donen.
La separación de la actriz con Rossellini era inminente y se produjo en 1957.
La vida de Ingrid Bergmann después de 1958
El 23 de diciembre de 1958, se casó con Lars Schmidt (1917 – 2009) sueco, agente teatral en Nueva York.
En 1959, Ingrid Bergman volvió a Hollywood para presentar el “Óscar a la mejor película” en la entrega de los premios de la Academia.
Habían pasado diez años desde el gran escándalo, y ya no estaba casada con Federico Rossellini; el público la recibió con una ovación cerrada.
A partir de entonces, comenzó a alternar numerosas actuaciones en Estados Unidos y en Europa: películas, teatro y televisión.
En 1974, recibió su tercer Óscar, esta vez en la categoría de “Mejor actriz de reparto”, por su participación en la película “Asesinato en el Orient Express”.
Los últimos años de Ingrid Bergman
Al año siguiente se le diagnosticó un cáncer de mama; en ese mismo año se divorció de Lars Schmidt.
Dos años más tarde, trabajó en la película “Cuestión de tiempo”, dirigida por Vincente Minnelli y compartiendo protagonismo con Liza Minnelli.
En esta película, su hija Isabella Rossellini, hizo su debut en las pantallas. Su otra hija, Isotta Rossellini, estaba en el equipo de maquillaje.
Su última postulación a los Premios Óscar la recibió en 1978, por su papel en “Sonata de otoño”, del director sueco Ingmar Bergman. La actriz sueca Liv Ullmann fue su compañera de reparto en esta película.
A finales de 1981, se trasladó a Israel para la filmación de la miniserie televisiva “Una mujer llamada Golda”, acerca de la vida de la primera ministra de Israel, Golda Meir.
Durante las nueve semanas de rodaje, ya estaba en la etapa terminal del cáncer.
Con este trabajo, Bergman obtuvo un Premio Emmy y un Globo de Oro a la mejor actriz de miniserie o telefilme.
Murió pocos meses después de finalizada la filmación, en Londres, el día en que cumplía 67 años, el 29 de agosto de 1982.
Son interminables las listas de películas, obras de teatro, premios y distinciones que recibió en vida y después de su muerte.
Sus hijos llevaron sus cenizas a las frías aguas del mar sueco, cumpliendo su deseo de volver a la patria.
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