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Biografía de Mary Somerville insigne matemática, astrónoma y científica escocesa autodidacta. A veces se la menciona como «La Reina de las ciencias del siglo XIX«.
Interés de la biografía de Mary Somerville
Nació el 26 de diciembre de 1780, en Burntisland, en Escocia, en el Condado de Fife. Vivió hasta los 92 años, totalmente lúcida y con deseos de seguir aprendiendo.
Su padre, William Fairfax era oficial naval y llegó a ser vicealmirante. Su madre se llamaba Margaret Charters. Mary fue la quinta de siete hijos, pero tres de ellos murieron muy jóvenes.
A sus dos hermanos varones se les dio una buena educación, pero a las chicas apenas se les enseñó a leer.
Sin embargo, cuando cumplió 10 años, la enviaron a un colegio. Durante el año que estuvo ahí, se apasionó por la lectura y regresó a casa con esa afición de leer y aprender. Uno de sus tíos la animó para que aprendiese latín.
Formación de la matemática Mary Somerville
En 1793, su familia se trasladó a Edimburgo y la inscribieron en una escuela de señoritas a fin de que completara su formación como dama de clase alta. Esta enseñanza incluía costura, lecciones de piano y pintura.
Su profesor de pintura, el famoso pintor Alexander Nasmyth, mientras explicaba a uno de sus alumnos la teoría de las perspectivas, observó el gran interés de la joven Mary Fairfax por el libro “Elementos”, de Euclides.
Con muy buen criterio, animó a Mary a estudiar matemáticas. A partir de ese momento, la joven se dedicó con gran interés al estudio del álgebra, en los libros que le facilitaba el tutor de su hermano.
La vida matrimonial de esta matemática excepcional
Mary se casó en 1804, cuando tenía 24 años. Su marido, Samuel Greig, era un oficial naval. Tuvieron dos hijos, pero el señor Greig falleció en 1807 y Mary decidió regresar a Escocia.
En 1812, se casó en segundas nupcias con uno de sus primos, William Somerville, quien tenía entonces 41 años y pertenecía a una antigua familia de la nobleza de Escocia.
William se había doctorado en medicina. y había servido en el Ejército, en África, Canadá y Sicilia.
Cuando fue nombrado Jefe del Departamento Médico del Ejército en Escocia, se estableció en Edimburgo.
Este segundo esposo de Mary era un hombre inteligente y culto, que comprendió perfectamente el interés que tenía su joven esposa por la ciencia.
Una vez establecidos en Edimburgo, estimulada por su esposo, Mary amplió su círculo de amistades con los científicos de la Universidad; y su interés se volcó también en botánica y geología.
En 1814, fallecieron su hija mayor y el único hijo de su segundo matrimonio.
En 1816, se trasladaron a Londres, debido a que su marido fue nombrado Inspector de la Junta Médica del Ejército de Inglaterra y admitido como Licenciado del Real Colegio de Médicos; además, fue elegido miembro de la Royal Society.
Amistad de Mary Somerville con científicos
Estas circunstancias hicieron posible que el matrimonio Somerville trabara amistad con destacados científicos, como: George Airy, John Herschel, William Herschel, George Peacock y Charles Babbage.
Mary Somerville también pudo entrar en contacto con relevantes científicos europeos que visitaban la Royal Society de Londres, como: Biot, Arago, Laplace, Poisson, Poinsot y Émile Mathieu.
En 1827, la “Sociedad para la Difusión de Conocimiento Útil” encomendó a Mary Somerville que tradujera la obra “Mecánica Celeste” del astrónomo francés Pierre-Simon Laplace.
Mary Somerville no se limitó a pasar el texto del francés al inglés, sino que agregó de su cosecha una completa explicación de las bases matemáticas utilizadas por Laplace, que por entonces todavía no se habían difundido entre los científicos de Gran Bretaña. La traducción del libro tuvo un gran éxito de ventas, y recibió numerosos elogios.
En estos años de permanencia en Londres, Lady Annabella Byron le pidió a Mary Somerville que fuera tutora de matemáticas de su hija Ada, la cual manifestaba una inteligencia excepcional. Fue el comienzo de una grande y duradera amistad entre Mary Somerville y Ada Lovelace.
En 1832 y 1833 residió un tiempo en París, donde estrechó sus lazos con los científicos franceses, y trabajó en su siguiente libro, «The connection of the physical sciences» (La conexión de las ciencias físicas), publicado en 1834.
Su análisis de las perturbaciones de la órbita de Urano incluido en la sexta edición del libro (1842), es el origen de la investigación del astrónomo John Adams que llevó al descubrimiento de Neptuno, en 1846.
Una gran mujer apasionada por la astronomía
Mary Somerville fue una de las mujeres de su tiempo que con más pasión se dedicó al estudio de las matemáticas y al conocimiento de los avances científicos. Con un estilo riguroso y didáctico, popularizó la astronomía y escribió multitud de ensayos.
En 1834, fue nombrada miembro honorario de la “Société de Physique et d’Histoire Naturelle de Genève”.
Ese mismo año pasó a formar parte de la Real Academia de Irlanda. En 1835, fue admitida en la Real Sociedad Astronómica, a la vez que Carolina Herschel.
A partir de 1838, los problemas de salud de su esposo, William Somerville ,obligaron al matrimonio a trasladarse a vivir en el sur de Italia, en busca de un clima mejor. Su marido falleció en Florencia en 1860.
Durante los 34 años que residió en Italia, Mary Somerville publicó obras matemáticas que influyeron en los trabajos de James Clerk Maxwell. Mary publicó su «Physical geography» (Geografía física), en 1848, tratado que continuó vigente hasta bien entrado el siglo XX.
En 1857, Mary Somerville fue nombrada miembro de la “Sociedad Estadounidense de Geografía y Estadística”.
En 1869 fue galardonada con la “Medalla de Oro de la Royal Geographical Society”.
Mucho más tarde, en 1870, fue admitida en la “American Philosophical Society y en la “Sociedad Geográfica Italiana”.
Mary Somerville tuvo muchas notables mujeres que la sucedieron con mucho honor. Entre ellas, cabe mencionar en especial a tres: Ada Lovelace (1815), Margaret Hamilton (1936) y Marta Macho Stadler.
Los últimos años de vida de esta mujer notable
En los últimos días de su vida escribió: «Tengo 92 años…, mi memoria para los acontecimientos ordinarios es débil, pero no para las matemáticas o las experiencias científicas. Todavía soy capaz de leer libros de álgebra superior durante cuatro o cinco horas por la mañana, e incluso de resolver problemas«.
La gran matemática Mary Somerville falleció en Nápoles en 1872.
El Somerville College de la Universidad de Oxford mantiene viva la memoria de su legado, desde 1879.
El cráter lunar Somerville lleva este nombre en su memoria.
El asteroide (5771) Somerville también conmemora su nombre.
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