Biografia de Anna Ferrer

Anna Ferrer

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Biografía de Anna Ferrer Perry, Presidenta de la Fundación Vicente Ferrer y la responsable de establecer la estrategia de la organización.

Esta fundación es el  resultado de un trabajo de fraternidad, un esfuerzo colosal cuya continuidad está en manos de los impulsores del mayor proyecto solidario de iniciativa privada.

Interés de la biografía de Anna Ferrer

Anna Perry (más tarde Anna Ferrer) nació en una pequeña localidad llamada Southend-on-Sea, de Essex (Reino Unido), en 1947.

Su madre se llamaba Constance Sarah Perry. Tuvo 3 hijos: Terry, Lynne y Anna.

Vista panorámica de la costa en Essex. Biografía de Anna Ferrer
Vista panorámica de la costa en Essex. Crédito: web itv.com

Anna y su hermano viajan fuera de Inglaterra

En abril de 1963, su hermano mayor Terry, ingeniero químico, le dijo que había decidido hacer un largo viaje con su esposa Carole y con su hijita de un año.

El largo viaje lo harían por carretera, con un Land Rover, hasta llegar a Pakistán o a la India.

Terry la invitó a ir con ellos. Anna tenía 16 años y estaba en segundo de bachillerato. Su madre le dio permiso y partió con ellos.

A la hermana mayor de Anna, Lynne, le ofendió un poco no haber recibido ella la invitación.

Sin embargo, pensándolo bien, se tranquilizó al darse cuenta de que vivir de forma tan precaria durante un largo tiempo, no iba con sus deseos y costumbres.

Después de miles de kilómetros de viaje a través de Francia, Italia, Yugoslavia, Grecia, Turquía, Irak e Irán; con innumerables averías del viejo Land Rover y de numerosísimas y variadas experiencias, Terry no encontró trabajo adecuado en Afganistán.

Anna y su hermano llegaron a la India

Decidieron vender el Land Rover y cogieron un vuelo desde Kabul a Delhi, a fin de buscar algo mejor en la India.

Terry encontró trabajo en Dharampur y allí se quedó con Carole y su hija.

Acompañó a su hermana a la ciudad de Mumbay (Bombay) en donde le encontró alojamiento en una casa de tres personas mayores.

Allí, Anna podría vivir cómodamente, bien protegida y segura.

Además, Terry la matriculó en un curso de secretariado en la YMCA, que duraba 9 meses; además, la ayudó en todos sus gastos y con la ropa.

Después de que terminó el curso, Anna siguió en la YMCA como profesora.

Iba con frecuencia  a casa de su hermano a verlos a los tres. Era un viaje  de 5 ó 6 horas en tren. Pero, ella disfrutaba de la compañía de su cuñada y de su sobrinita.

Anna empezó a trabajar de secretaria en un periódico

Anna empezó a buscar trabajo; y después de varios intentos fallidos, en 1965 la contrataron como secretaria del departamento comercial del semanario “Current».

Anna se instaló en  Mumbay (capital del Estado de Maharastra).

Muy pronto se sintió como en casa y empezó a conocer su país de acogida.

El Estado de Maharastra está ubicado en el centro-oeste de la India. Con 112 millones de habitantes, es el segundo Estado más poblado de la India; y Mumbay era el principal centro económico del país.

Una concurrida calle en Mumbay. Biografía de Anna Ferrer
Una concurrida calle en Mumbay. Crédito: web pxphere.com

Anna Perry se dio cuenta de que había llegado a un país enorme que tenía casi 1.000 millones de habitantes.

Averiguó que, cada año la población de la India aumentaba en 40 millones de personas.

Desde el año de la independencia en 1947 (el año de nacimiento de Anna), Jawarharlal Nehru y luego su hija Indira Ghandi, empezaron a fundar numerosas universidades y escuelas técnicas.

Veinte años más tarde, el país estaba orgulloso de sus centros punteros de investigación y desarrollo.

Estos centros de enseñanza formaban cada año a un millón de ingenieros altamente cualificados.

En sus ratos libres, Anna empezó a recorrer la ciudad.

Le sobrecogió el espectáculo de la pobreza en muchos barrios: niños corriendo desnudos por las calles, ancianos haciendo tintinear sus escudillas, gente que lavaba y hacía sus necesidades en las aceras. 

Gente en las calles de la India. Biografía de Anna Ferrer
Gente en las calles de la India. Crédito: Wikipedia. Stéphane Passet.

Anna encuentra por primera vez a Vicente Ferrer

Tres años más tarde, el 27 de abril de 1968, la revista la envió al distrito de  Mandman.

La orden era realizar un reportaje al jesuita Vicente Ferrer, nacido en Barcelona en 1920.

La entrevista estaba motivada por la orden de expulsión de Vicente Ferrer.

Las autoridades de la región consideraron que desestabilizaba a la sociedad.

Vicente Ferrer repartiendo felicidad a unos niños.
Vicente Ferrer repartiendo felicidad a unos niños. Crédito: web tiempodeviajar.blogspot.com

Desde 1952, este religioso católico se dedicaba a erradicar el sufrimiento de las personas más pobres.

Para conseguir este difícil objetivo fomentaba la excavación de pozos y la creación de cooperativas.

El padre Ferrer trabajaba para liberar a los campesinos de la esclavitud de la pobreza y de la sequía.

En Mandman como en otras zonas del país, era frecuente que los campesinos se suicidaran.

Cuando ya no podían pagar sus deudas, bebían raticida. También había muchas muertes ocasionadas por beber agua contaminada.

Este sacerdote iba despertando conciencia del valor humano y generando un gran movimiento de solidaridad entre los pobres del distrito.

El sistema que empleaba para impulsar la economía individual se basaba en dar a los campesinos una pequeña ayuda económica (sin intereses) y en ofrecer el asesoramiento técnico necesario para obtener agua para beber y para los cultivos.

Cuando finalizaba el periodo acordado para el préstamo y el campesino devolvía lo prestado, ese dinero pasaba a otra persona necesitada.

La labor del jesuita Ferrer había generado muchas suspicacias entre las clases dirigentes hinduistas. Lo veían como una amenaza para la religión hindú.

En la India, el 80% de los habitantes son hinduistas; el 13%, musulmanes. Durante siglos, todas las religiones habían convivido en perfecta armonía.

El injusto asunto de las castas también se había mantenido en un delicado equilibrio.

La India se preciaba de ser un país laico. Se admitían todas las religiones. Pero cada cual debía permanecer en el sitio social señalado por la casta a la cual pertenecía.

Sin embargo, después de la independencia, en 1947, surgieron enfrentamientos religiosos cada vez  más numerosos y sangrientos, entre hinduistas y musulmanes.

En la segunda mitad del siglo XX estaba en juego la convivencia entre las innumerables culturas, etnias, castas y religiones que componen la India.

Desde 1947, en la India rural se sufría intensamente el paro, los excesos del sistema de castas, la escasez y la falta de oportunidades.

Pero, desde 1960 el invento de la televisión les permitía a los millones de pobres, ver cómo se divertían y cómo comían los demás, en las grandes ciudades.

El jesuita Vicente Ferrer fue expulsado de la India

Los gobernantes del Estado de Maharastra vieron en Vicente Ferrer a un sacerdote católico que los ponía demasiado en evidencia; y emitieron una orden de expulsión inmediata.

El obligado cumplimiento de la orden de expulsión tuvo como respuesta popular, un movimiento campesino a favor de Vicente Ferrer.

A esta movilización se unió también un grupo de intelectuales, políticos y líderes religiosos.

Al conocer de cerca y de viva voz lo que estaba haciendo Vicente Ferrer con los pozos y con las cooperativas, Anna Perry pensó que su obligación era unirse a este movimiento en favor del sacerdote que iba a ser expulsado.

Lo antes posible, dejó su trabajo en el periódico e inició una nueva vida en el distrito de Manmad.

Durante los meses de abril, mayo y junio se unió a la campaña pro Vicente Ferrer.

Un periódico pequeño llamado «Mark of the Nation» se había volcado en la defensa del sacerdote; le ofreció trabajo a Anna Perry, a cambio de un pequeño salario de subsistencia.

A esa altura de los acontecimientos, Anna Perry se había dado cuenta de nunca iba a poder olvidarse de Vicente Ferrer. Se convirtió en la secretaria del “Comité de Defensa del Padre Ferrer”.

La primera ministra Indira Gandhi encontró una solución diplomática a las confrontaciones que se estaban generando y que ya tenían repercusión internacional: dictaminó que Vicente Ferrer saliera del país durante una temporada, “unas cortas vacaciones”,  después de las cuales sería bien recibido nuevamente en la India, en cualquier lugar que no fuera Manmad.

El hermano de Anna Ferrer se fue a Australia

Vicente Ferrer tuvo que salir de la India el 24 de junio de 1968. Se fue a España y recién en en 1969 le fue permitido regresar a la India.

Mientras Vicente Ferrer estaba en España, el hermano de Anna había decidido irse a Australia, en donde le habían ofrecido un buen trabajo; se iba con Carole y sus tres hijos.

Viajó a Bombay  para pedirle a  Anna que se fuera con ellos.

Ésta no se decidió a acompañarlos. De todos modos, Terry le entregó el pasaje para que lo usara cuando hubiera cambiado de opinión.

Anna se quedó en la India con Vicente Ferrer

Vicente Ferrer sólo fue acogido por el Estado de Andhra Pradesh, situado el sureste de la India y con 50 millones de habitantes.

El Gobernador del distrito de Andhra Pradesh, estuvo encantado de poder colaborar con él y le ofreció  instalarse en el barrio de Anantapur la zona más pobre de esa región.

Arropado por un grupo reducido de seis voluntarios, entre los cuales estuvo Anna Perry, Vicente empezó de nuevo a liderar su proyecto.

Uno de los voluntarios era un tal «señor Pereira», originario de Goa y experto zahorí, buscador de agua en las zonas secas.

Biografía de Anna Ferrer
Niños felices en uno de los centros de la Fundación Vicente Ferrer. Crédito: web vicenteferrer.org

También en Anantapur, los políticos radicales los recibieron con pintadas en las paredes de “Ferrer go back”.

Lejos de amedrentarse, a los tres días, Vicente, Anna y los otros voluntarios ya tenían una casa que se convirtió en cuartel general. La denominaron «Emma bungalow«.

En este contexto nació el «Consorcio para el Desarrollo de Rayalaseema» (RDT).

Rayalaseema era el distrito administrativo en donde estaba situado el pequeño barrio de Anantapur.

Anna y Vicente Ferrer se unieron en matrimonio

El 1º de diciembre de 1969, Vicente Ferrer, había abandonado la Compañía de Jesús.

Entonces, se casó por lo civil con Anna Perry, en una rápida e insulsa ceremonia, con sólo 3 testigos analfabetos.

El 4 de abril de 1970, los casó un pastor protestante, en su nueva casa, «Emma Bungalow«.

Estuvieron presentes en la ceremonia numerosos amigos.

Años más tarde, en 1972, se casaron de nuevo; en esa ocasión, por la iglesia católica.

Anna y Vicente. Biografía de Anna Ferrer
Anna y Vicente Ferrer, felizmente casados. Crédito: web vicenteferrer.org

Cuando Vicente Ferrer abandonó la Compañía de Jesús para casarse con Anna se  suscitaron comentarios elogiosos, indiferentes y adversos.

Pero hay una anécdota “exquisita”, que Anna cuenta en su libro autobiográfico, con el buen dominio que tiene de las palabras, de la siguiente manera:

Muy poco después de habernos casado, fui de visita a Mumbai y pasé a saludar a Sheila, la secretaria del director del Current, el semanario en el que había trabajado.

Sheila me invitó a comer a su casa. Yo nunca había estado allí antes, y no conocía a su marido.

Una vez en su casa, Sheila brevemente me presentó a Joe: «Anna: este es Joe» (…). De repente, Joe dijo inesperadamente: «¿Os habéis enterado de lo que ha hecho ese sinvergüenza de Ferrer? ¡Ha ido y se ha casado! ¿Quién se creerá que es… casándose con una chica a la que le dobla la edad? ¿Quién será la estúpida que…? ¿En qué estaría pensando para casarse con el padre Ferrer? ¿Es que no ha podido encontrar a otro mejor?».

Yo permanecí sentada sin inmutarme y miré de reojo a Sheila, que permanecía en auténtico estado de shock, horrorizada. «Joe…Joe…», le interrumpió, pero Joe no le estaba prestando atención y continuó echando pestes de «los curas que se casan y de las mujeres que no piensan con la cabeza».

Finalmente, Sheila no pudo aguantar más y gritó: «¡Joe, esta es Anna Perry, que trabajó en mi oficina y que ahora vive en Anantapur y está casada con el padre Vicente Ferrer!» (…).Se podría haber oído el ruido de un alfiler al caer…”.

Anna Ferrer se convirtió en el firme apoyo a Vicente

Inteligente y comprometida, Anna Ferrer Perry mostró una gran capacidad de liderazgo y gestión.

Se convirtió desde el primer momento en uno de los pilares de la organización.

Extremadamente afectada por la triste e injusta situación de la mujer en la India, se erigió en portavoz de la lucha por los derechos de todas las mujeres, en especial por los derechos inalienables de las mujeres «intocables».

En la India,  no admitían ni la más mínima concesión a saltarse las normas que regían la separación de clases.

En la vida de Sonia Gandhi (una italiana casada con un hijo de Indira Gandhi), se cuenta que uno de los viejos, sabios y más fieles amigos de la familia, estaba de visita en casa de los Gandhi.

Sonia hizo una pequeñísima alusión a la posibilidad de aliviar un poco la situación de las castas inferiores.

El venerable y sabio amigo se levantó  y se marchó de casa, sin decir ni una sola palabra.

Anna y Vicente Ferrer solidarios con los marginados

Desde el comienzo, los Ferrer hicieron todo lo posible para que las mujeres fueran valoradas y respetadas en su entorno.

Anna puso todo su empeño en que las mujeres ocuparan puestos de responsabilidad dentro de la organización.

Uno de sus primeros objetivos fue la creación de una red sanitaria que llegara a toda la población.

Otro objetivo ineludible fue el favorecer la integración social y laboral de las personas con discapacidad.

Vicente y Anna Ferrer se impusieron como objetivo sacar de la pobreza al mayor número posible de personas.

Pensaron hacerlo mediante el establecimiento de un desarrollo sostenible.

Esto implicaba agricultura de conservación, micro-créditos, suministro de agua, asistencia sanitaria y educación.

Anna fue, junto a Vicente Ferrer, la impulsora del programa de desarrollo.

Así consiguieron sacar de la pobreza extrema a más de dos millones y medio de personas en la India rural.

Vicente siempre fue el gran visionario que fijaba objetivos y conseguía fondos económicos.
Anna era el apoyo incondicional en la parte organizativa y administrativa.

Los hijos de Anna y Vicente Ferrer

Anna y Vicente Ferrer tuvieron tres hijos: Tara (1971) que vive en Australia, Moncho (1972) que sigue en la India y Yamuna (1975) que reside en Inglaterra.

A pesar del origen protestante de Anna y del profundo sentimiento católico de Vicente Ferrer, nunca obligaron a sus hijos a ir a misa o a leer el Evangelio en la mesa antes de comer.

Siempre les dejaron libertad absoluta en esa parte tan íntima del ser humano que es la religión.

Les enseñaron que se puede vivir en cualquier sitio, pero siempre con honestidad y con la  conciencia tranquila.

Y que Dios está presente en todas las cosas.

En  1984, los enviaron a un colegio internacional, a 700 km de Anantapur, al «Kataikanal International School»

La familia Ferrer al completo. Biografía de Anna Ferrer
La familia Ferrer al completo. Crédito: web blocs.xtec.cat

Cuando Moncho cumplió 18 años, sus padres lo mandaron cuatro años a Inglaterra a estudiar Relaciones Internacionales.

De paso, para que perfeccionara el inglés y para que conociera la otra parte del planeta.

Europa le parecería un paraíso inmaculado, todo verde, limpio y con gente extremadamente educada.

Después de su estancia en Inglaterra, Moncho estuvo seis meses en Barcelona.

En España, aprendió bien el castellano y pudo disfrutar de un ambiente más familiar.

Creación de la Fundación Vicente Ferrer

Hasta 1995, diversas organizaciones internacionales habían ido concediendo fondos económicos para mantener las actividades de la RDT.

Estas valiosas colaboraciones se habían complicado y la RDT necesitaba urgentemente disponer de seguridad económica.

Con el fin de obtener ayudas, en 1996 se creó en España la Fundación Vicente Ferrer.

Actualmente también hay una Fundación Vicente Ferrer en la India.

Ambas fundaciones  aseguran la recaudación de ayudas para financiar los proyectos y programas de la RDT en la India.

Una de las más entusiastas colaboradoras en España es Teresa Perales, campeona paralímpica de natación.

Auge de las labores de la Fundación Vicente Ferrer

Desde ese momento, y hasta su muerte en junio de 2009, Vicente y Anna Ferrer lideraron un programa de desarrollo.

Hoy en día, continúa vivo gracias al apoyo de más de 130.000 colaboradores.

El equipo de trabajo es de unas 2.900 personas, de las que el 98 % lo hacen en la India

Después de casi 50 años de trabajo, Anna Ferrer tiene la satisfacción de saber que la Fundación gestiona:

  • cinco hospitales, uno especializado en enfermos de sida
  • más de mil escuelas; entre ellas: una para niños ciegos y una para sordos. También una para niños con síndrome de Down y otra para niños con minusvalías.
  • más de 4.000 casas construidas.
  • 5.000 pozos y 420 pequeños embalses.
  • cientos de cooperativas femeninas
  • el apadrinamiento de 150.000 niños.

Las personas beneficiadas por los trabajos de la RDT, se hallan en más de 3.000 municipios de Andhra Pradesh.

Son más tres millones de personas; la mayor parte de ellas pertenecen a la casta de los intocables.

El resultado de este trabajo de fraternidad es un milagro colosal. La continuidad de esta obra está en manos de la Fundación Vicente Ferrer.

Los impulsores del mayor proyecto solidario de iniciativa privada son Anna Ferrer y Moncho Ferrer Perry.

Moncho Ferrer con sus padres.
Moncho Ferrer con sus padres. Organizaron en USA la Fundación Vicente Ferrer. Crédito: Alejandro Carra. web abc.es

Fallecimiento de Vicente Ferrer en la India

En marzo de 2009, Vicente Ferrer sufrió una embolia cerebral. A consecuencia de ella, Vicente Ferrer falleció el 19 de junio de 2009, a la edad de 89 años.

Actualmente, Anna Ferrer Perry es la Presidenta de la Fundación Vicente Ferrer.

Es la responsable de establecer la estrategia de la organización. Además, coordina el equipo de responsables que gestionan los distintos proyectos que financia la Fundación.

El marzo de 2018, Anna publicó un libro titulado: Un pacto de amor. Mi vida junto a Vicente Ferrer”.

Este magnífico libro lo escribió Anna Ferrer con su vieja máquina de escribir Olympia. La encontró por casualidad después de que estuvo arrumbada durante 40 años  en un almacén.

Con esa misma Olympia había escrito a toda velocidad, en 1969, los primeros informes que presentaba Vicente Ferrer a las autoridades, para solicitar subvenciones a sus proyectos.

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