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Biografía de Isabel Guerra, pintora y monja cisterciense española. Su técnica de pintura está inspirada en Velázquez y es de perfecto hiperrealismo.
Interés de la biografía de Isabel Guerra
Isabel Guerra nació el 30 de abril de 1947, en Madrid, en el seno de una familia culta y acomodada.
Fue hija única y se entretenía pintando, afición que desarrolló por su cuenta sin asistir a clases de pintura.
Isabel Guerra era una buena estudiante en el colegio. Pero, su gran afición era la pintura. Pasaba horas y horas leyendo libros de arte. Además, le gustaba asistir a exposiciones de pintura y visitar detenidamente las salas de arte, de Madrid.
Todo esto la preparó para sacar el máximo provecho a las numerosas horas que dedicó a estudiar a los grandes maestros, en el Museo del Prado.
Cuando tenía 15 años, los cuadros que pintaba eran ya tan maravillosos, que su familia y sus allegados la animaron a exponerlos en la sala Toisón de Madrid.
Desde entonces, Isabel Guerra participó en muchos certámenes donde obtuvo numerosos galardones.
Pocos años después, pintó un autorretrato en el que se puede apreciar su aguda mirada limpia y directa.
Isabel Guerra ingresó en un convento
Isabel Guerra tenía también otra devoción, además de la pintura: era ser monja. Ella sentía la necesidad de seguir a Cristo para encontrar en él la plenitud de su felicidad.
Pensando en entregar su existencia a Jesús y, al mismo tiempo trabajar desarrollando el don que tenía, averiguó que la orden religiosa de los cistercienses cumplían estos dos objetivos. “Orar y trabajar”
Entre los trabajos realizados en el Monasterio de Santa Lucía, predominaban: la encuadernación, la restauración y la pintura.
A los 23 años, en 1970, ingresó como novicia en el convento cisterciense del Monasterio de Santa Lucía en Zaragoza.
Los trabajos que ha realizado Isabel Guerra en este monasterio, la enaltecen a ella y al convento en donde ha decidido vivir y realizarse.
Isabel Guerra ha cumplido plenamente durante su vida el lema benedictino de “ora et labora”, «reza y trabaja«.
Las obras de la pintora Isabel Guerra
En sus pinturas, de técnica velazqueña y perfecto hiperrealismo, aparece una lírica cercana a la teología mística cristiana.
Para los temas de sus pinturas, ha elegido sobre todo momentos cotidianos en el trabajo de mujeres humildes o niñas, dándole una especial importancia a la luz.
Sus temas evocan pasajes bíblicos de la historia sagrada. También cultiva el retrato y el bodegón.
Desde el año 1960, Isabel Guerra empezó a dar a conocer su pintura. Los cuadros pintados por Isabel Guerra son muy cotizados y han sido vistos en numerosas exposiciones individuales y colectivas.
La luz es lo más llamativo en los cuadros pintados por Isabel Guerra. Con la relevancia de la luz, ella transmite un mensaje de «paz y serenidad».
La ciudad de Zaragoza organizó, en el año 2000, una retrospectiva de la obra de Isabel Guerra. Más de 120.000 personas pudieron admirar 78 óleos y dibujos de esta genial monja cisterciense que ya tenía 53 años.
Sor Isabel Guerra no abandonó su vocación artística. Continuó pintando y exponiendo individualmente con regularidad, representada por la Galería Sokoa, en Madrid.
Sus trabajos abarcan óleo, técnica mixta, dibujo, obra gráfica y fotografía.
En el año 2005, publicó un libro titulado “El libro de la paz interior. Pinturas y mensajes”. En esta obra, que ha sido reimpresa diez veces, comenta 48 de sus cuadros.
La obra de Isabel Guerra está expuesta en museos, templos, catedrales e importantes colecciones de galerías de arte.
Reconocimientos oficiales a Isabel Guerra
Isabel Guerra fue nombrada Miembro Honorífico de la “Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis”, cuya sede es el Museo de Zaragoza.
También fue honrada con el título de Miembro Correspondiente de la “Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo”.
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